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Para algunos expertos, el escenario actual del coronavirus no es nuevo. Advirtieron hace años sobre esto y, sobre todo, sobre cómo las tácticas atemorizantes ante distintos virus, epidemias y pandemias pueden utilizarse para presionar sociedades, gobiernos y estados.

Hace varios años, el experto ruso y ex empleado del servicio secreto soviético, Dr. Alexander Kouzminov, advertía sobre una “nueva forma de manipulación global” que él llamó “bioterrorismo de la información” [ver entrevista para el medio suizo Zeit-Fragen].

El Dr. Kouzminov señaló hace cuatro años que los informes alarmantes de virus peligrosos, enfermedades infecciosas mortales y amenazas de pandemias mundiales se estaban extendiendo ya a fines de la década de 1990 y principios de la de 2000.

Allí recordó los informes en la prensa en ese momento:

Cita: “las palabras clave o los titulares utilizados por los medios de comunicación en casos de estas pandemias, como el síndrome respiratorio agudo severo SARS (2002-2003), la gripe aviar A (H5 N1) (1997, 2006-2007), la gripe porcina H1 N1 (2009) y algunos otros fueron: ‘la gripe porcina afectará duramente al país’, ‘el virus podría matar a millones de personas’, ‘propagación repentina de enfermedades’, ‘virus asesinos’, ‘epidemia global’, ‘catástrofe global’, ‘consecuencias catastróficas’ y similares. Las noticias ‘calientes’ parecían informes desde zonas de guerra, como si el enemigo estuviera golpeando la puerta. Se destacó en los medios de comunicación que estas epidemias y los futuros brotes de enfermedades ‘inusuales’ son una tremenda amenaza para la salud y el desarrollo regional (e incluso mundial), ‘una gran amenaza para el interés y la seguridad nacionales’, que ‘el riesgo sigue siendo significativo’ y que ‘los efectos de la próxima pandemia serían devastadores’.”

El Dr. Kouzminov habla de un “bioataque de información”, de una “manipulación masiva a través del bioterrorismo de la información” y de un “chantaje informativo-biológico”.

Tales ataques causarían un pánico masivo en la opinión pública. Esto tendría un impacto significativo en las economías de los países afectados y podría desestabilizarlos y debilitar sus economías al colapsar el comercio y el turismo.

Según el Dr. Kouzminov esto corresponde a métodos de los servicios secretos para dañar estados y economías a través de “bioataques de información”, pero sobre todo para lograr una influencia global. Estos escenarios son organizados por servicios secretos y se llevan a cabo como “operaciones activas”.

Al efecto se procede de la siguiente manera:

1. La creación de un problema: un brote local de gripe estacional o una enfermedad infecciosa, o una supuesta “fuga” de un laboratorio médico militar.

2. Que el problema crezca como una avalancha: los medios de comunicación se utilizan para ello. Al público se le inquieta. Se configuran escenarios de amenazas. Se genera un pánico masivo.

3. El problema se convierte en un tema candente para autoridades, gobiernos e instituciones. Se discuten medidas ante el temor a la propagación y a las mutaciones del virus.

4. El problema se agrava: la Organización Mundial de la Salud (OMS) declara una emergencia de salud pública de importancia internacional y, en última instancia, la pandemia.

Al final, se logran los resultados deseados. Hay compras de vacunas por el pánico, todos los recursos disponibles se dedican a combatir la enfermedad. “Las organizaciones autorizadas e interesadas recomiendan a los gobiernos nacionales que utilicen medicamentos antivirales y antigripales específicos y les informen que se desarrollará una 'vacuna eficaz' y que estará lista para su uso en breve”.

¿Qué se debe lograr al final? ¿Cuáles son los objetivos de todo esto?

Dr. Kouzminov: “un debilitamiento de las economías y pérdidas, quiebras y amenazas a empresas vulnerables (por ejemplo, pérdida de comercio, inmigración, viajes internacionales, etc.), desestabilización (o incluso parálisis) de los gobiernos y sus servicios públicos. El negocio de la producción de medicamentos antivirales y vacunas fluctúa de cientos de millones a miles de millones de dólares”.

Si se tienen en cuenta en detalle las entrevistas y libros del Dr. Alexander Kouzminov, queda claro que la propagación de un virus como el coronavirus SARS-CoV-2, que provoca la enfermedad COVID-19, ofrece un escenario perfecto para desestabilizar sociedades y economías y ganar influencia en los gobiernos nacionales. Así las cosas, pareciera que había un plan para lo que actualmente está sucediendo.